Lewis Hine, Child Oyster Shuckers, 1912 |
Para celebrar el Día del Libro varios alumnos leyeron en voz alta el poema Bienaventurados los insumisos, de José Manuel Caballero Bonald, a la sazón premio Cervantes de literatura.
Estos estudiantes, chicas
y chicos, -pensaba Nora Castro oyéndolos recitar primorosamente- son, en efecto, la generación mejor preparada de la
historia, que es lo que le suele pasar a todas las generaciones hasta
que llega la siguiente y destrona a la anterior. Cada vez más altos,
guapos, saludables e incluso -digan lo que quieran algunos viejos
cascarrabias-, más cultos, ¿serán también los bienaventurados
insumisos que ensalza el poeta?, ¿descreerán de esas lerdas
proclamas / con que pretenden seducirnos / aquellos que blasonan de
honorables?, ¿el poder inicuo suscitará su desdén?, ¿estimarán
a los sometidos y abatirán a los soberbios?
A los pesimistas, Nora
Castro les recordaba que, según las estadísticas, cerca del 75% de
los jóvenes comprendidos entre 14 y 24 años se declaran lectores,
lo que demuestra que nunca como en tiempos actuales ha habido tanta
gente que lea libros y haya aprendido a vivir al borde de la vida.
Bien es verdad que a ninguno de sus alumnos les sonaba el nombre de
Caballero Bonald y, menos aún, lo habían leído; sin embargo..., no perdamos de vista que hoy celebramos el Día del Libro -adoptaba un tono jovial la profesora N.-; y a nosotros no nos gusta ser los aguafiestas.
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