A
los doctos, modorros y picajosos
A
los capitalistas y gobernantes del capital que, satisfechos por los
deberes cumplidos en materias tales como el empobrecimiento de la
población, la impunidad del robo y la desesperanza en otro mundo
posible, anuncian con jocoso cascabeleo el final de la crisis.
Epígrafe
Vendrá
un día más puro que los otros:
estallará
la paz sobre la tierra
como
un sol de cristal. Un fulgor nuevo
envolverá
las cosas.
Los
hombres cantarán en los caminos
libres
ya de la muerte solapada.
El
trigo crecerá sobre los restos
de
las armas destruidas
y
nadie verterá
la
sangre de su hermano.
El
mundo será entonces de las fuentes
y
las espigas que impondrán su imperio
de
abundancia y frescura sin fronteras.
Los
ancianos tan solo, en el domingo
de
su vida apacible
esperarán
la muerte,
la
muerte natural, fin de jornada,
paisaje
más hermoso que el poniente.
Jorge
Carrera Andrade, Ecuador, 1903-1978
Comentarios
Publicar un comentario