Al
escuchar el nombre de Tuxpan, la palabra mágica, Dobbs se alegró
ante la idea de visitar en compañía de Moulton los campos
petrolíferos, donde sin duda habría algo que hacer.
Y sueño con dejarlo todo para ir en busca de un tesoro a las montañas de Sierra Madre.
Y sueño con dejarlo todo para ir en busca de un tesoro a las montañas de Sierra Madre.
A
mediodía, a modo de aperitivo, leo unos versos de W. H. Auden
incluidos en los Mil años de poesía europea:
O
what is that sound which so thrills the ear
Down
in the valley drumming, drumming?
Only
the scarlet soldiers, dear,
The
soldiers coming.
Por
la tarde, mientras el telediario desgrana la sarta habitual de mentiras, fascinado por los místicos, leo a Teresa de Jesús:
Acá
no hay sentir, sino gozar sin entender lo que se goza. Entiéndese
que se goza un bien, adonde junto se encierran todos los bienes; mas
no se comprende este bien.
A
última hora, recostado en el sofá, veo por enésima vez Torrente,
el brazo tonto de la ley; y zapeando de aquí para allá, me
convencen para que compre una almohada cervical en la teletienda.
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