El declive de la prensa



Una noticia de sucesos puede ser que una pareja de ancianos muere en un incendio provocado, según todos los indicios, por una estufa de gas. Los bomberos advierten que la mayoría de las víctimas de esta clase de accidentes son personas mayores de sesenta años. (La noticia no contaba que los viejos se calentaban con una estufa porque no podían pagar las facturas de la calefacción).


Una noticia de política es, por ejemplo, que un famoso estafador sale de la cárcel tras pagar los 200.000 euros de fianza que le exige el juez. Se descarta el riesgo de fuga, pues es un individuo de costumbres familiares y con notorio arraigo en el país. Se descarta asimismo el riesgo de reincidencia en los delitos que se le imputan: corrupción, saqueo del erario público, etc.


Una noticia de economía es, por ejemplo, que el turismo se afianza como locomotora de la economía nacional. A los turistas les encanta nuestro sol, nuestra alegría y los bajos precios. Los visitantes se muestran satisfechos con la profesionalidad del sector. ¿En qué otro país -razona el presidente de la patronal- se puede tener un camarero sudamericano, o incluso español, haciéndole reverencias al cliente por diez euros al día y sin seguridad social?


Una noticia de deportes es que disminuye la productividad (los goles) de un gran futbolista internacional galardonado con cinco balones de oro, por lo que la entidad propietaria (el club) baraja la hipótesis de venderlo y, aprovechando las rebajas del mercado de invierno, comprar un nuevo goleador que encaje mejor en la filosofía del equipo (ganar).


Una noticia del tiempo es que se declara el estado de alerta por temporal de nieve. El gobierno anuncia que sacará el ejército a la calle si es preciso para eliminar cualquier copo rebelde. Los agricultores que hagan declaraciones favorables al enemigo, del tipo “Año de nieves, año de bienes”, serán detenidos por traidores.


Una noticia de cultura es que cada vez se venden menos periódicos convencionales.



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