Discrepancia con Mairena


Crashed Aeroplane by John Singer Sargent
John Singer Sargent, Crashed Aeroplane, 1918


Permitidme que disienta con mi buen maestro Mairena. En una escena violenta con un padre que fue a quejarse de la poca seriedad de sus métodos, sostenía Mairena que le bastaba ver al padre para calificar al hijo sin necesidad de exámenes u otras pruebas objetivas de evaluación. Los exámenes de Mairena eran tan breves y fáciles de aprobar que no los suspendía casi nadie y, en consecuencia, los alumnos brillantes no podían destacar como es debido sobre el resto de sus compañeros; lo cual, dicho sea de paso, fuera quizá el escrúpulo del  airado defensor de la calidad educativa. 

Mairena se equivoca: por regla general, los alumnos son mejores que los padres e, incluso, si me apuran, que sus profesores. De ello se infiere que, por muy mal que hagamos las cosas, algo se ha avanzado en materia de educación en este país. No todo el mérito corresponderá, en efecto, a la escuela; pero tampoco incurramos en la hipocresía de cargar sobre ella todos los fracasos y frustraciones de un modelo de sociedad esencialmente inicuo, que somete las aulas a los designios del capital, y reniega de educar a personas y ciudadanos íntegros.

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