Yo, al manual de la Real Academia
titulado El buen uso del
español, que tengo
sobre mi mesa de estudio y consulto con frecuencia, le cambiaría el
título y lo llamaría simplemente
El uso del castellano o,
mejor aún,
El uso del idioma, pues
ya se entiende que de esta lengua y no de otra trata
dicho manual; el cual, por cierto,
si de mí dependiera, sería tan llanamente descriptivo y práctico como
las instrucciones de uso que suelen
venir en toda clase de
aparatos, desde una
impresora láser o una cámara réflex a
los ingeniosos artilugios metidos en el interior de los huevos
Kinder.
En cuanto a la Real Academia Española le suprimiría el adjetivo
Real, impropio de una institución consagrada a la lengua común de una
veintena de repúblicas. En vez de Academia sería un
Instituto de Investigaciones Científicas; y mejor que Española,
Internacional, por lo que tendría varias sedes, que podrían estar
en ciudades como Madrid, México DF, La Habana, Lima o Buenos Aires.
Este Instituto Internacional del Idioma (atención a la Triple I,
diseñadores de logotipos) contribuirá a elaborar materiales
didácticos para los humildes maestros de primeras letras y
profesores de castellano de todas las etapas educativas. En sus
laboratorios trabajarán lingüistas, filólogos y una selecta
plantilla de científicos, como ya se ha hecho en la comisión
encargada de elaborar la Nueva gramática de la lengua española
y otras obras ejemplares de la Real Academia. Puesto que hay más
filólogas y profesoras que filólogos y profesores, el Triple I
estaría integrado seguramente por mayor número de investigadoras
que de investigadores.
Los intelectuales de relumbrón, que menosprecian a las pescaderas y
suponemos que a las verduleras, seguirían resplandeciendo con luz
propia en una Academia aparte, elegante a la par que vetusta, pero
ajena por completo al ideal consignado en la dedicatoria de la
Gramática de 1771: La Academia solo pretende en esta
Gramática instruir á nuestra Juventud con los principios de su
lengua, para que hablándola con propiedad y corrección, se prepare
á usarla con dignidad y elocuencia.