El
Indian Pacific recorre el sur de Australia desde Sidney a
Perth. Son 4.352 km, a través de lugares como las Blue Mountains o
Nullarbor Plain. El viaje dura cuatro días.
La
existencia del Indian Pacific la he descubierto gracias a un
documental de la TVE-2. También he descubierto mi vocación de
ferroviario en las Antípodas; yo, profesor de Literatura en un
pueblo antiguo de los confines de Europa.
(El
maquinista, por cierto, considera estúpidos a los canguros, que,
desoyendo el silbato del Indian Pacific, se dejan atropellar
en la única vía que cruza el outback).
Soñando
con el Indian Pacific fui a
pasar la tarde en una cafetería del pueblo donde vivo. En noviembre
anochece hacia las seis y media y las borrascas vienen del Atlántico
a los valles nubosos. El agua escurre por los muros de la catedral.
La catedral del pueblo donde vivo es románica, pero también gótica
y parece un castillo.
No
sé si alguna vez viajaré en el Indian Pacific o, por citar
otro sueño, en el Transiberiano. Son viajes interminables y
tediosos. Los pasajeros acaban hartos de tanta inmensidad.
Mientras
tomo el café, hojeo el periódico: noticias y rostros que me sé de
memoria. Luego pasearé por mi pueblo fantasma con el Indian
Pacific metido en la cabeza.
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