Tiquismiquis

Me gusta la palabra tiquismiquis. Tanto que estaría dispuesto a otorgarle mi voto en uno de esos concursos de la palabra más bonita del idioma. Coronarla reina de la belleza para envidia cochina de todas esas engreídas emperatrices de la grandilocuencia que son paz, amor, libertad... 

Busco su origen en el diccionario y hallo que procede del latín macarrónico tichi michi, alteración del latín medieval tibi, michi; esto es, los dativos tibi, mihi: “para ti, para mí”.

Que consta de dos partes o trozos resulta evidente para cualquier usuario del idioma, así que no nos sorprende que la Real Academia permita despiezarla en la escritura: tiquis por un lado y miquis por otro. Como dos ratones empeñados en burlar al gato.

La repetición del fonema vocálico constituye una figura de aliteración. Y la quisquillosa reiteración de los sonidos quis quis al final de cada secuencia es otro recurso retórico denominado homotéleuton, de nombre tan presuntuoso como ridículo. ¿A quién se le ocurre, por ejemplo, llamar homotéleuton al pueril abra cadabra, pata de cabra?

Tiquismiquis, sustantivo plural, significa escrúpulos o reparos vanos; y de las personas que los manifiestan decimos que son unos tiquismiquis, también en plural, aunque se hable de un solo individuo: Pérez es un tiquismiquis. No hay sinónimos piadosos para el tiquismiquis: puntilloso, melindroso, incluso esquilimoso. Peores aún se nos figuran los compuestos con el verbo tocar y un nombre de los atributos masculinos: tocapelotas, tocahuevos, tocacojones..., que se reservan para los tiquismiquis más cansinos y recalcitrantes.

Tiquismiquis limita en el diccionario con la voz filipina tiquistiquis, que es un árbol, y la costarricense tiquizque, que designa una planta con rizoma comestible. Así que en caso de naufragio en una isla desierta, al tiquismiquis siempre le queda la posibilidad de sobrevivir refugiándose bajo las ramas de un tiquistiquis y alimentándose con raíces de tiquizque. Y si no, como a falta de pan buenas son tortas, que le hinque el diente a un homotéleuton gordo, redondo y sabrosón.