¡Qué
noche de paz ni qué niño muerto! Mientras las familias hacían la
digestión de los langostinos, atronaban las explosiones de los
petardos en la calle: temblaban los vidrios, saltaban las alarmas de
los coches, los perros gemían, los niños lloraban y los enfermos de
cáncer no podían dormir. ¡Pobres idiotas! ¡Como si echaran de menos
los escombros de Alepo! Silent night, holy night. All is calm, all
is bright...
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