Pues
que fumo sale, candela havrá dice el caballero aventurero cuando
andando perdido por la floresta halló a orilla de la mar una nave
muy hermosa, en la que entró y fue llevado al castillo de Cabeçadoire,
según se cuenta en el Libro del conde Partinuplés, versión
castellana del Roman de Partonopeu de Blois, que se remonta al
siglo XII.
Tomo
nota.
Por
cierto, me llega dicho libro en un volumen de historias caballerescas
del siglo XVI (Biblioteca Castro), cuya lectura empiezo por la del
conde Partinuplés tras leer en la introducción de Nieves Baranda
que son características de este relato la sensualidad, el tema de la
mujer decidida a satisfacer sus deseos, la escena en que los amantes
se encuentran por primera vez en la cama, etc.
Lo
reconozco: no me ha movido otro criterio estilístico o filológico.
Dejo para más tarde, con el permiso de los Menéndez Pidal, la Corónica
del Çid Ruy Díaz.
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