Cuaderno de invierno, 7 (o sobre los enemigos)




Se me olvidaba. En la versión francesa del Partinuplés, los invasores que cercan París son nórdicos, mientras que en la castellana son moros. Nórdicos o moros, da igual, el caso es que haya un enemigo y que este ejerza de Malo. Lo apunta Rafael Sánchez Ferlosio en uno de sus pecios: que el enemigo tenga que ser malo es una consecuencia de la pueril e intransitable lógica de la moral.
 

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