Cuaderno de invierno, 18 (o el primer indígena americano muerto en Europa)



En Baiona, en la costa atlántica de Galicia, está enterrado el primer indígena americano muerto en Europa de que se tiene noticia. Baiona es un sitio ideal para caminar por el sendero de Monte Boi y contemplar las islas Estelas y Cíes, las olas rompiendo en los acantilados, las murallas de la fortaleza, los yates y la gente que va y viene por el paseo Marítimo, donde ondean las banderas de todos los países de América.





Parece que el indígena sin nombre fue uno de los tres que trajo cautivos Martín Alonso de Pinzón en la bodega de la carabela Pinta entre mazorcas de maíz, plumas de papagayo, cacahuetes, piedras preciosas y ratas, cuando arribó a Baiona hacia el 1 de marzo de 1493, tras salir airoso de una tempestad que dispersó la flota de Colón en la vuelta de su primer viaje a la Indias. 
 




Lo curioso del caso es que el nativo, un taíno que no regresaría nunca a las Antillas, está enterrado cerca del monumento al Encuentro entre dos mundos, que rinde homenaje a los naturales del país que emigraron a América y que contiene en el interior de una esfera tierra de los veintidós países iberoamericanos.




Lo curioso del caso es que mientras escribo este artículo, azotada la costa por vientos huracanados y olas de hasta diez metros de altura, habrá "nativos" africanos que arriesguen su vida por arribar a las playas del sur de Europa y que muchos morirán en el intento.


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