Una
pintada callejera nos sirve para explicar la utilidad de la
ortografía:
Vallas
adonde vayas
Aquí
la escritura correcta es fundamental. En efecto, no sería lo mismo
Bayas adonde vayas: enunciado comprensible en boca de alguien
que pasea por el bosque y recolecta, por ejemplo, arándanos. Vayas
adonde vallas u otras combinaciones por el estilo resultarían
difíciles de entender.
La
frase, escrita sin faltas de ortografía en una pared desvencijada,
encierra además un significado sobre el que debéis meditar. No
olvidéis que la ortografía es solo el conjunto de normas que
regulan la escritura correcta de una lengua. Para salir airosos de un
dictado escolar, basta. Pero para escribir bien debéis, como el
grafitero anónimo, tener algo que decir y palabras con que decirlo.
Por eso en nuestra clase de Lengua no desdeñaremos la lectura de
textos literarios... aunque estén pintarrajeados en un muro.
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