La noche del viernes, un hombre salió a cenar con sus compañeros del trabajo. La cena fue copiosa y la sobremesa se prolongó hasta altas horas de la madrugada. De vuelta a casa, el hombre encendió la televisión y se quedó medio dormido viendo un documental sobre las matanzas de los nazis en el frente de Rusia. Los ahorcamientos, los tiros de gracia, los cuerpos torturados le revolvieron el estómago. Cuando se metió en la cama, no podía dormir. Entonces se levantó y vomitó la cena completa. Aliviado hasta cierto punto, tomó una infusión mientras veía un documental sobre unos camioneros que recorrían el desierto de Australia, observaban el aterrizaje de un OVNI y eran obligados a mantener relaciones sexuales con insinuantes criaturas galácticas. Ahora sí, volvió a acostarse y durmió estupendamente soñando con el sexo de las marcianas.
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