Presuntos



En portugués, un presunto terrorista es un jamón terrorista; en castellano, un presunto chorizo no es un fiambre de jamón y chorizo, sino un supuesto ladrón.

La explicación está en la etimología. El presunto portugués, como el italiano prosciutto, procede de exsuctus, participio del verbo exsugo, que significa enjugar o secar; el castellano viene de praesumptus, participio del verbo praesumere, que significa presumir en el sentido de conjeturar. En cuanto al chorizo sospechoso, no se trata de un embutido: chori, “ladrón”, es una palabra del caló, que tiene su origen en el indio medio čora; de ahí chorizo y chorar.


No es lo mismo, pues, un presunto que otro presunto. Hay presuntos de pata negra que son unos chorizos y, sin embargo, merecen el trato de presuntos hasta que sus chorizadas prescriben o sus víctimas abandonan toda esperanza de justicia. Son presuntos que dejan secas las arcas públicas y los ahorros de la gente. 


Los simples chorizos no son presuntos. Tal vez ni siquiera sean chorizos. Pero si denuncian las iniquidades de los presuntos, se exponen a que les hagan picadillo los soberbios de pata negra.


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