Criterios para aprobar la asignatura de Lengua




Para aprobar la asignatura de Lengua, los alumnos tenían que pasar tres pruebas. 

La primera consistía en un examen de Silencio. Durante media hora los escolares debían permanecer callados, sin decir palabra, sin levantarse del asiento ni que les entrara la risa. Solo quienes superaban este ejercicio de mutismo accedían al siguiente nivel: el Monólogo. 

Por turnos, los candidatos seleccionados exponían un tema ante sus compañeros. Se evaluaban dos destrezas, cada una con su puntuación correspondiente: hablar, en el caso del orador u oradora; y escuchar, en lo relativo al público.

El tercer y último examen era el más difícil: un Diálogo. De los pocos que llegaban a examinarse, casi nadie lo aprobaba, pues los profesores se mostraban muy estrictos en aspectos tales como el turno de palabra, la negociación, la cooperación y la cortesía. 

El número de reprobados en Diálogo era tan alto que las asociaciones de madres y padres presionaron para que se eliminara del sistema educativo. El gobierno, empeñado en reducir las cifras de fracaso escolar, lo sustituyó por una Prueba Nacional de Gramática (PNG) o Prueba de Gramática Nacional (PGN), no recuerdo.



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