Haiga





La profesora Nora Castro tenía un alumno que decía siempre haiga en vez de haya. En una redacción sobre la verdad o fantasía de los extraterrestres escribió: “Yo no creo que haiga marcianos en otros planetas. Me parece bien que los haiga si son pacíficos, o sea, inofensivos”.
La profesora le corrigió:
—Entonces, ¿a ti te parece bien que haya marcianos?
—Si son pacíficos, sí, que los haiga.
A Nora Castro le dio pena suspender a un chico que ponía la paz por encima de todas las cosas, incluida la conjugación.




Comentarios