Disculpas a los mexicanos


De Bartolomé de las Casas - Biblioteca John Carter Brown, Dominio público


Primero. A quien debería pedir perdón el rey de España es a los españoles. Recuerda, España,  que libre de extraño yugo, / no has tenido más verdugo / que el peso de tu corona ( Bernardo López García, El dos de mayo).

Segundo. A quien debería pedir perdón el Estado mexicano es a los mexicanos que,
desde el Grito de Dolores, han sido víctimas de la pobreza, la corrupción y la violencia.

Tercero. Si en vez de pedir perdón, el rey de España abdica y se proclama la República, nos conformamos.


Cuarto. Si en vez de pedir perdón, el Estado mexicano libera a su pueblo de la miseria, los crímenes del narcotráfico y los feminicidios, nos conformamos.


Quinto. Lo que el presidente López Obrador dice de la conquista no es nada comparado con lo que el escritor español Bartolomé de las Casas, testigo presencial de los hechos, cuenta en su Brevísima relación de la destruición de las Indias: Entraban en los pueblos, ni dejaban niños ni viejos, ni mujeres preñadas ni paridas que no desbarrigaban y hacían pedazos, como si dieran en unos corderos metidos en sus apriscos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría el hombre por medio, o le cortaba la cabeza de un piquete, o le descubría las entrañas. Tomaban las criaturas de las tetas de las madres por las piernas, y daban de cabeza con ellas por las peñas. Quizá, en vez de gestos grandilocuentes, habría que promover la lectura de Bartolomé de las Casas en todas las escuelas de España y Latinoamérica.


Sexto. Que los historiadores estudien a Colón. Que la cultura nos libre del nacionalismo radical y excluyente del "trío de Colón" (y de sus análogos latinoamericanos).


Séptimo. Si hay que pedir disculpas, el Estado español podría empezar por Venezuela. Los memoriales de agravios a Moctezuma, quinientos años después, ya no valen para nada.



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