Cuaderno de Chipre, 1






(Pafos) El plan de repasar la gramática griega a la sombra de un olivo era evidentemente una fantasmada. En primer lugar, los olivos no dan mucha sombra que se diga y a mediados de octubre el sol pica aún en Chipre. Luego están las hormigas, las avispas, las lagartijas y demás bichos silvestres, que no nos permitirían concentrarnos en el estudio de las declinaciones. Por último, Chipre es tierra de hierbas resecas, arbustos pinchudos y pedregales donde a ningún devoto de la filología se le ocurriría plantar el culo, ni siquiera para estudiar la lengua de los dioses. Así que cambio de planes y voy a bañarme a la piscina del hotel.
… De todos modos, no sé qué tiene la combinación de olivos y mármoles rotos que nos hace ver al dios Pan donde solo hay un pobre pastor de cabras y ninfas en vez de campesinas renegridas que varean las aceitunas.






(Educación Intercultural) Cada día, los asistentes al curso sobre Educación Intercultural que se celebraba en un conocido hotel de Limasol, al sur de Chipre, encontraban sus camas hechas y sus habitaciones recogidas. La mayoría de las personas que hacían ese trabajo eran asiáticas. Todas las personas que hacían ese trabajo eran mujeres. Gracias a tales procedimientos didácticos, basados en el aprendizaje por descubrimiento, los organizadores del curso conseguían un alto nivel de motivación entre los participantes, que volvían a sus países entusiasmados con las ventajas de la diversidad cultural.



(Kourion) Apuntes para una actividad didáctica. 1) Planteamiento de la cuestión: Estamos en el yacimiento arqueológico de Kourion, al suroeste de Chipre. Según Heródoto, Kourion fue fundada por los argivos y su antigüedad se remonta al siglo XIII a. C. Hay vestigios griegos, romanos y bizantinos que atestiguan su esplendor a través de los siglos, a pesar de los terremotos que cada dos por tres asolaron la ciudad. Ahora solo quedan muros rotos; si acaso, alguna columna en pie. A mediados de octubre el sol cae a plomo sobre el erial donde se asienta Kourion y la temperatura ronda los 35 grados centígrados. No hay árboles que proporcionen sombra; fuentes que mitiguen el calor. Desde lo alto de la colina, se divisa la bahía de Episkopi con sus abruptos acantilados. Al pie del altozano está la playa repleta de bañistas. Un camino lleva a la playa y otro a las ruinas del monte. El que sube a las ruinas es, valga la redundancia, cuesta arriba. El que que baja a la playa va derecho a las tumbonas , las sombrillas y la brisa refrescante del mar. 2) Responde a las siguientes preguntas: a) ¿Qué camino elegiría el sabio? b) ¿Qué camino elegirías tú? Justifica tus respuestas.




 

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