Paseo ornitológico

 



Puesto en la vara de una mimbrera, un verdecillo. Lo fotografío. Ya está. Se va cuando me acerco demasiado. A los estorninos los observo desde la orilla del sendero. Los hay a decenas en un cable. Tienen detrás el cielo nuboso. El zorzal posa, todo quieto, sobre la cancela de una finca. Y aquello que destaca entre los surcos de tierra negra de un sembrado, ¿es un palo o una garza? Lo apunto con el objetivo y es una garza, que está como mustia.


No está mal el paseo ornitológico por la vega del río, una mañana invernal. Ni siquiera la lluvia molesta. Dan ganas de irse lejos, como las aves migratorias que vuelan del norte al sur, y atraviesan mares y continentes. Dan ganas de irse lejos, tan lejos como a esa hilera de árboles grises que se confunde con la niebla al otro lado de los campos. 

 

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