Los españoles de bandera tienen una bandera gigante izada en la plaza de Colón y es tan inmensa la bandera que nunca da el sol en sus vastos dominios. Nosotros no.
Los españoles de bandera tienen un rey en Zarzuela y otro más en un oasis de Arabia, y dan vivas a los dos: debemos estarles agradecidos, porque sin ellos no tendríamos democracia. Nosotros no.
Los españoles de bandera quieren llevarnos a la guerra de los Estados Unidos en Ucrania, y mandan aviones de combate y mandan a sus periodistas que escriban democracia y griten libertad. Nosotros no.
Los españoles de bandera venden las viviendas sociales, los hospitales y las fábricas de España a fondos buitre extranjeros y el dinero que ganan se lo llevan de España a paraísos fiscales. Nosotros no.
Los españoles de bandera contratan a precio de saldo camareros o cuidadoras de Sudamérica y luego van diciendo que los extranjeros amenazan la civilización occidental. Nosotros no.
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