Castilla la común, 8

 


 

En la edición digital del diario barcelonés La Vanguardia correspondiente al último día del año 2021, Carles Castro firma un artículo titulado Castilla y León: auge y caída del centro, en el que analiza los errores políticos que llevaron al fracaso del CDS en 1987 y de Ciudadanos  en 2019. Una serie de tablas estadísticas muestran los resultados electorales en Castilla y León entre 1983 y 1991 bajo el siguiente epígrafe: El fracaso del centrismo en la España profunda. Como desconozco el método de trabajo en las redacciones de los grandes periódicos, ignoro si estos encabezamientos son atribuibles al autor del texto, a los documentalistas o al personal de maquetación. En cualquier caso, uno de los diarios de mayor tirada y prestigio de España, comprometido con el autogobierno de Cataluña, es el responsable en última instancia de tildar peyorativamente a la comunidad de Castilla y León de “España profunda”.


   “No ofende quien quiere sino quien puede”, dice el refrán, y desde luego sería un disparate otro linchamiento mediático a los “los catalanes”  por las palabras publicadas en un periódico concreto de Barcelona. Para los castellanos que consideramos el anticatalanismo como una forma de ser antiespañol es preferible sobrellevar con resignación estas insolencias, y entenderlas en un contexto de hostilidades y desencuentros azuzados por el poder, que dar alas a los nacionalismos español y catalán. Además, lo cierto es que un titular de ese nivel podría aparecer perfectamente en la prensa madrileña y, por tanto,  castellana (aunque la prensa de Madrid se considere solo española y mundial). Apuntaría, no obstante, una diferencia a favor de Madrid: a Madrid se le supone este engreimiento y soberbia, este menosprecio por la periferia, mientras que a Barcelona no: Barcelona, supuestamente, representa todo lo contrario.

 

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