Noticias del frente del Este, 2

 


  Cuando empezó la invasión en el Este, los pacifistas del Oeste empezaron a tirarse los trastos a la cabeza. Discutían sobre quién odiaba más a Vladimir Putin y le decía las cosas más tremendas.
—Es un déspota —decía el concursante primero.
—No, un tirano —decía el concursante número dos.
Un tirano es, en efecto, peor que un déspota, ya que hay déspotas ilustrados pero no tiranos ilustrados.
El concursante tercero iba más allá. Se ponía grave y esdrújulo:
—¡Putin es un sátrapa!
Y dejaba a todo el mundo anonadado porque un sátrapa es un tirano oriental y, por tanto, mucho peor que un simple tirano.

Una vez linchado el líder de Rusia, el pacifismo se demostraba entonando alabanzas a la OTAN, a los mercaderes de armas y a los gobernantes de Ucrania. Si alguien gritaba “¡Viva la OTAN!”, otro, más exaltado vociferaba “¡Viva la OTAN y la madre que la parió!”, de modo que el primero en lanzar el grito se convertía inmediatamente en sospechoso de tibieza, equidistancia y confraternización con los invasores rusos. Entonces lo acusaban de comunista y nadie lo invitaban a los banquetes en los que se brindaba por la libertad de Europa.


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