Noticias del frente del Este, 3

 


 Mientras seguíamos en un mapa el avance de las tropas enemigas por las ciudades bombardeadas del Este, los vencedores de la guerra ya estaban aquí. Si la artillería rusa arrasaba Jarkov, el precio del gas subía en Alicante. Si escaseaba el pan en Kiev, los señores de la guerra subían el precio del pan en Pontevedra. Los salarios se congelaban en Madrid porque en la frontera de Polonia los refugiados morían de frío.

Sin hallar apenas resistencia, las fuerzas victoriosas ocuparon nuestras casas, invadieron nuestras vidas. Y no podíamos quejarnos; al contrario, celebrábamos sus conquistas como si fueran nuestras. Los vencedores ya estaban aquí pero a nosotros no nos masacraban los misiles y nuestros niños no huían de las bombas por las carreteras nevadas.

 

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