Castilla la común, 37

 


 En una carta del Concejo de Segovia fechada en 1520, tras saberse que las fuerzas imperiales al mando de Antonio de Fonseca habían arrasado la villa de Medina porque los medinenses se negaron a entregar la artillería con que el enemigo pretendía destruir Segovia, alzada en comunidad, leemos: Pero tened, señores, por cierto, que pues Medina se perdió por Segovia, o de Segovia no quedará memoria o Segovia vengará la injuria de Medina. Añaden los representantes del pueblo segoviano: A nosotros abrasaron las entrañas.


En aquel tiempo, cuando los castellanos eran castellanos, había buenos españoles que se rebelaban contra los abusos de la Monarquía y el saqueo de los recursos públicos por las clases privilegiadas. A día de hoy, no sabemos si Medina se solidarizaría con Segovia y Segovia con Medina, pero sabemos y sufrimos la unidad inquebrantable y el poder destructivo de los que hace quinientos años incendiaron la Medina comunera. Desde entonces no han parado de doblegar  pueblos. Desunirnos, hacernos ignorantes, volvernos crédulos de sus dogmas, meternos miedo y arruinarnos son algunas de sus armas de destrucción masiva, gracias a las cuales ya no necesitan la artillería de Medina.



Comentarios